La Crisis del Videojuego de 1983 (también conocida como el Crash del Videojuego o "El Shock de Atari" en Japón) fue una masiva recesión de la industria de los videojuegos que ocurrió entre 1983 y 1985. Los ingresos llegaron a 3,2 billones de dólares en 1983 (es decir 2,59 billones de euros), entonces, cayeron en torno a 100 millones de dólares u 81 millones de euros en 1985 (una caída de casi el 97%). La crisis fue un evento serio que pudo haber acabado en un final de las consolas al menos, en Norteamérica.
La caída destruyó al menos un gran número de proyectos y llevó a la bancarrota a un número importante de compañías que producían consolas y videojuegos en la región, incluyendo a la compañía creciente más grande de Estados Unidos en ese momento, Atari. Duró en torno 2 años, y muchos analistas del tiempo expresaron dudas sobre la viabilidad de las consolas. Esta crisis se recupera unos años más tarde, con el gran éxito de Nintendo Entertainment System que fue lanzada en Nueva York en 1985 y posteriormente siendo muy famosa en todo Estados Unidos en 1987.
Muchas razones fueron las causantes de esta caída, pero la más importante fue la saturación de consolas en el Mercado.